domingo, 18 de octubre de 2009

Eso que llaman amor...

No me gusta vivir asi.

No, no es la forma en la que quiero pasar mis días, no me quiero sentir asi.

La coraza se empezó a romper y, como era de esperarse, todo me esta afectando demasiado. Empeze a sentir mas por personas que por cosas simples y, de mas esta decir, por una persona en particular…

Todos saben que realmente disfruto estar sola, pero hay días en los que siento tan a flor de piel las ganas de dejar de estarlo…

El saber que hay alguien pensándome, alguien para quien soy alguien especial…

Si quizás este post sea el mas cursi de todos, el mas aburrido y el mas desechable, es mas ni isquiera se si vy a publicarlo, pero necesito decirlo, necesito expresarme.

Y no tengo mas que frases comunes para hacerlo. Es curioso como cuando uno necesita expresar los sentimientos mas profundos y ocultos, se queda sin palabras.

No hay lirica, no hay metáforas, no hay versos y ni siquiera una prosa coherente.

Solo hay un gran avasallamiento de sentimientos que desean salir, ser gritados a los 4 vientos.

Yo soy la que va de frente, la que lo dice todo, la que no se guarda nada en la garganta y aquella que un dia se juro que cada vez que sintiera eso que llaman amor, por otra persona, no iba a dudar en decírselo sin vueltas, “total, no hay nada que perder” (mis palabras textuales).

Pero ahora no, no puedo. Carezco de valor físico y moral como para hacerlo.

Quizás haya demasiadas crisis dentro mio como para sumarle esto, quizás sea todo una gran locura como para entrar en una esquizofrenia aun mayor… QUIZAS. Como me persigue esa palabra últimamente…

No lo se, no se nada. No se como buscarle la paz a todo esto, no se si tendrá paz algo de esto, no se.

Y de no saber me estoy cansando, como me estoy cansando de no decir. Como me esta cansando mi inercia y quizás hasta me canse el hecho de sentir…

Solo eso, necesitaba dejarlo en algún lado.

Un sorbo mas de agua y a intentar tranquilizarme… espero lograrlo.


[Perdon a todos por este posta tan berreta y tan carente de sentido, pero como dije antes, NECESITABA expresarlo y como siempre, mi forma de expresión son las palabras. Les suplico sepan disculpar mi gran veda creativa, pero con tantas cosas, ya ni delirar puedo…]

Gran beso con gotas de agua!

sábado, 10 de octubre de 2009

Pensamientos de "de vez en cuando" I

Llueve y suena un tango.

Suena un tango y llueve.

El barro de la calle ya no es denso y espeso, con el correr de las horas todo se ha convertido en una gran laguna.

Me gusta ver a la gente manejar apurada, queriendo cubrirse con cualquier cosa que tenga a mano. Los veo desde la ventana, mientras tomo un jarro de café, y pienso en lo desagradecidos que somos los seres humanos.

Tantas veces queremos llegar al cielo y, cuando nos acerca partes suyas en cada gota, intentamos no tocarlas.

Lo mismo nos ocurre con la felicidad.

Días, meses, años, buscando encontrar esa maravilla que nos lleve a la plenitud, esa alegría máxima que nos haga sentir orgullosos de estar vivos, años llorando desesperados por no sentirla, por no encontrarla, por no vivirla. Aun siquiera sin saber que es, en que consiste.

Y en el camino, perdimos un montón de gotas de agua del cielo.

Tantas cosas pequeñas, tantas señales, tantas alegrías simples y nosotros escapando de ellas.

Sigue lloviendo.

Con la mirada perdida entre los charcos que yacen afuera pienso en lo afortunados que somos todos aquellos que dejamos de esperar.

De esperar que nos sucedan cosas grandes, magnánimas, cosas fenomenales en nuestras vidas.

Que cambiamos todo eso tan solo por un beso, un abrazo, una palabra.

Que dejamos de esperar sin perder la esperanza, la esperanza de lograr, de crear, de sentir, aun mas quizás de lo que sentimos ahora.

Que encontramos placer en un atardecer, una canción o una mañana.

Que miramos el cielo para admirarlo, pero no deseando tocarlo, sino sintiéndolo dentro nuestro.

En nosotros los que ya no le creemos a “ellos”, nosotros a los que no nos importa lo que “ellos” quieren.

Nosotros que no tenemos más armas que nuestras letras y nuestra voz, más capital que nuestra paz y nuestra guerra interior y un poco de tierra en los zapatos.

Nosotros que no necesitamos ver a alguien para sentirlo cerca.

Nosotros que siempre tenemos un tiempo para soñar, corran los tiempos que corran.

Nosotros a los que nos alcanza con una tarde de lluvia, un tango y un jarro de café…