sábado, 26 de septiembre de 2009

Lloviendo juntos.


- Have you ever seen the rain? - Me preguntó.
Y esa noche el cielo se venia abajo como si nunca mas fuera a llover.
Le sonreí mientras su mano temblorosa prendía mi cigarrillo.
Lo veía todo en sus ojos, pero no me animaba a mirarlo.
Sin buscarlo lo encontré, en un lugar de esos en los que a menudo no se encuentra a mucha gente, un lugar de esos en los que la vida pasa de golpe y te abandona hasta tu sombra.
Quien lo hubiera pensado, un año después. Juntos, solos.
La mayor parte del tiempo yo no dejaba de hablar, pero los silencios a su lado eran soñados y con cada sonrisa que me dirigía el mundo se me venia abajo.
Ahora escuchábamos su música, nuestra música. Y era como si mis palabras estuvieran de paro. Hubiese dado mi vida a cambio de poder contarle todo lo que pensaba en ese preciso instante, todo lo que sentía.
“We are just two lost souls swimming on a fish bowl…” quien me haría creer a mi, que esa frase que le robe seria la que nos marcara a los dos.
Si, éramos dos almas perdidas nadando en una pecera. Éramos dos almas libres, colamadas de sueños, que se habian encontrado por una jugarreta del destino. De esas que no se explican. De esas que se sienten.
Se apoyó en la baranda del balcón, suspiro un par de veces y mientras jugaba con el encendedor se volvió a mirarme con sus ojos en signo de pregunta.
- Nunca - le respondí.
No había razones para mentir, total, ya me había dejado querer y jamás había visto la lluvia de esa forma.
Jamás la había visto así...

con él.
[100% FICCIÓN]

domingo, 20 de septiembre de 2009

De malas.

Hoy no me gustan las hojas en blanco. Hoy odio los comienzos.
No quiero hablar, ni que me escuchen. No quiero palabras, ni esperanzas, ni amores, ni encuentros.
Hoy el café huele a cianuro y en la florería de la esquina cambiaron los claveles por puñales.
Y los sueños se fugaron, y las putas están de paro.
Reza el diablo de rodillas y dios se burla de los jubilados.
Hoy creo que la paz es un slogan y el cielo esta arrugado.
La soledad me cala los huesos, mi corazón es un musculo obsoleto que se limita a su inútil toc- toc.
No quiero a los Beatles, ni Sabina me emociona, ni Serrano me eriza la piel.
Hoy me pesa respirar y la vida se pasea en la vereda mientras veo como la viven los demás.
El viento no trae perfume y de aire pase a ser ancla.
Hoy lo único que quiero es gritarme a mi misma y descargar toda mi rabia.
Quiero llorar hasta que ardan los ojos y que nadie pregunte nada.
Quiero perderle la guerra al frío, quiero volver a liberar mi alma.
Hoy necesito que me calles aunque no este diciendo nada, que me grites hasta que entre en razón. Que solo por hoy se vaya esta locura y que me des un poco de calma.
Hoy necesito tu calma.
Y que mañana me renazcas.
Hoy por primera vez en mucho


hay alguien que me falta...






P.D: Esto fué escrito anoche, el panorama de esta mañana es mucho mas claro...

martes, 15 de septiembre de 2009

Las mañanas divinas...

Se levanta una mañana, un rato antes de que salga el sol. Y después de despabilarse y desayunar el primer sentido acompañado de un bostezo, decide salir al mundo.
Sabe de memoria el camino y no se por que, pero le encanta recorrerlo, es como si cada día encontrara algo nuevo, algo especial.
Baja de la bici como tantas veces para cruzar la estación de trenes a pié. Pero no es una vez mas de tantas, siente de repente una brisa suavecita soplándole en la nuca, casi casi como un escalofrío de esos que te dejan atónita. Miró hacia atrás como si fuera lo que le estaban pidiendo y cuando lo hizo… solo eso bastó.
Detrás de los silos el sol ha empezado a besar las nubes avisando su temprana presencia y todo se esta tiñendo de un rosanaranjado calido. El aire ya no es frío como hace semanas atrás, ahora es tibio y quiere entrar para despertar sus pulmones.
Y allí, viendo los primeros rayos asomarse contempla la maravilla de la creación en un solo instante.
- Si de verdad hay un Dios, estoy segura que se parece mucho a esto– Piensa.
Inspira profundo y no puede evitar cerrar los ojos. Una sensación de cura, de alegría, de calma, de paz recorre todo su cuerpo.
Y escucha como los obreros de la estación comienzan a silbar, entonces despierta, les sonríe y vuelve a subir a su bicicleta y a emprender camino.
Fue como si pasara un siglo, pero solo fueron 6 segundos. 6 mágicos segundos.
Siente unas ganas incomprensibles de sonreír, y lo hace. Le sonríe a las calles, aun desiertas a esas horas, le sonríe a los árboles que empiezan a desperezarse, le sonríe al cielo, al aire, a la mañana. Y al llegar a destino, le sonríe también a las personas que no comprenden su absurda felicidad.
Si la vida es como uno elige tomársela, por lo menos la mayoría de las veces, ella ha elegido ser feliz hoy. Mas allá de los problemas, de que el mundo se venga abajo y de cualquier cosa que pudiera pasar, hoy va a ser feliz.
Probablemente, si pudiera elegir cuando morir, lo haría hoy.
Con una sonrisa en la cara y en el alma, sin una explicación y cantando “Ob la di, ob la da”.
Pero es por esa razón que no va a morir hoy, porque hoy se siente viva. Hoy se ha dado cuenta de que esta viva y agradece a ese cielo, que ahora ya tiene un sol reinando, cada aliento que le brota en forma de suspiro...

jueves, 10 de septiembre de 2009


Dame paz.
Dame un poco, tan solo un poco de tu paz…
Sabes? En tiempos de guerra es difícil amar, sobre todo cuando esas guerras ocurren dentro de uno mismo.
Pero si me das un poquito, un minúsculo pedacito de tu paz, quizás amar sea más fácil para mí.
Y tal vez así… pueda salir de aquí… es que hace tanto frío aquí dentro y seria tan hermoso sentir un abrazo…
Quizás me este acostumbrando, sabes? Quizás este frío que siento se hace carne en mi, cada día más… cada día menos…
Ya no amo lo que amaba, amo mas cosas, pero menos personas…
Amo mas sensaciones, pero cada día habitan en mi menos sentimientos…
Hace frío y es de noche.
Quizás te espere y no llegues.
Quizás llegues y me haya ido.
Quizás nos encontremos y no lo sepamos.
Quizás…
Y entre búsquedas, desencuentros y quizá”ses” se me gasta la vida…
Dame paz.
Revive los sentimientos que de a poco van muriendo, enciende la llama que arde con mas fulgor cuando los amaneceres huelen a café.
Está ahí. Solo te está esperando.
Dame paz.
Solo dame paz.