Yo no quiero necesitar a nadie sabés?
No quiero que mis delirios tengan destinatario alguno más que una amiga, un familiar o el público en general…
Yo… yo no quiero dedicar canciones, ni ponerle tu nombre a cada sentimiento. No quiero correr a abrazarte en una estación colmada de gente, ni perder un pedazo de alma en cada despedida.
No quiero que tu voz sea mi aire, ni que roces mi piel con ternura, ni que ames mis errores y mis locuras…
Yo no quiero dormirme ansiando soñarte, no quiero que se me erice la piel cuando alguien te nombra, ni esperar tu llamada cada día…
Yo no quiero desear nada de eso. No quiero imaginarme lo maravilloso que seria poder anclarme a cada uno de tus sueños (aunque no sea devota de los “anclamientos”).
Pero quizás deba cambiar mis verbos y aprender a usar el pretérito…
Aunque si hoy me preguntasen, no hay nada que no daría a cambio de un encuentro contigo en la estación del fin del mundo y un abrazo que incendie el polo.
Aunque al pensarlo bien e intentar ser sincera, cada noche duermo esperando soñarte y cada sentimiento lleva tu nombre pegado a mi pecho…
No quería que esto pasara, no lo busque… dicen que aquel que no busca suele ser encontrado… todo esto me encontró y, sin aviso alguno, se metió dentro mío.
Si vas a desaparecer, hacelo de una. Duele menos si es fugazmente más rápido.
Y si no, quédate, pero que sea para siempre…
Aunque si lo pienso mejor, tampoco creo en los siempres…
y es que a veces cuesta tanto creer!
ResponderEliminarLos sentimientos tienen nombres propios, sólo si se los asignamos arbitrariamente. El resto del tiempo se les va en sentir.
ResponderEliminarNo quiero eso, no deseo esto, no anhelo lo otro. Pero estoy de acuerdo si vos lo deseás!
Y si se va, vale lo que se vivió y lo que inspiró.
El dolor no existe a menos que le cedamos lugar en nuestra alma y después es muy difícil desalojarlo. Por eso hay que creer en las eternidades!
Oye ¿por casualidad te gustó Amelie?
ResponderEliminarYo me derrito con Yann Tiersen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLucía yo también me encuentro a ratos, a momentos emocionales muy cerquita tuyo.
ResponderEliminarYo tampoco hay nada que no daría por un abrazo que incendie el polo.Que bella metáfora niña!
besos miles!
:) Me encanto la parte de "no quiero que tu voz sea mi aire y que roces mi piel con ternura"... Es tan cierto que a veces llega a nuestra vida aquella que no habiamos esperado, y no sabemos si atraparlo con fuerza y no dejarlo ir o esperar que se pose con tranquilidad, pero si es asi igual nos vamos a aferrar............... Porq estas tan dificil no hacer protagonista de nuestros sueños a aquel que ha llegado a nuestras vidas.........
ResponderEliminarMuy lindo !!!!!!!!!!
Ummm, deshojando la margarita?, cuanto antes te decidas de lo que quieras mucho mejor. Un besazo.
ResponderEliminarSi no crees en los para siempres...¿por qué pides un para siempre?
ResponderEliminarYo tampoco quiero, pero al final, caerás.
Un beso
Y no se puede escapar de esto... cuanto más lo intentes más te atrapa aunque pensandolo bien ¿quién en su sano juicio desea escapar de algo así? ¿Y qué si ni en sueños se te va de la mente? ¿Hay alguna forma más agradable de dormir que soñando con esa personita?
ResponderEliminarUn abrazo!
Yo creo que por mucho que una crea o no crea... cuando llega el momento caemos irremediablemente. No elegimos, el amor nos elige... (aunque no queramos y aunque duela).
ResponderEliminarEntiendo bien esos sentimientos contradictorios de los que hablas.
Te sigo! :)
Yo no quería. Pero pasó. Como siempre pasa con esas cosas, aún cuando no querés que pasen.
ResponderEliminarMe quedé pensando tanto con tu escrito.
Besos
que hermoso amiga... que bellas son cada una de esas palabras... que genial que sos a la hora de describir sentimientos tan profundos...
ResponderEliminarTe quiero mas que muchioo...
Alma de Cristal =)