sábado, 6 de junio de 2009

Aires...

Ella sabia que el era aire… entonces, intentó ser viento.
Quiso ser viento para sentirlo cerca, para encontrarlo y encontrarse en él… quiso ser viento para que volaran juntos y los una la misma libertad. Propia, compartida.
Y fue viento, fue aire, fue libertad en carne propia. Voló como nunca, fue feliz siendo viento y siendo libre, fue feliz siéndolo por el solo hecho de ser.
Pero se equivoco.
Lo cruzó circunstancialmente, lo sintió cerca por segundos, pero existía un abismo entre ellos.
Eran viento, pero eran dos vientos diferentes… dos corrientes que se cruzaban a veces para producir cosas maravillosas… eran dos corrientes que volaban libres, pero a la vez, libres de ellos mismos. Cuantas veces deseó dejar de ser libre para enredarse en el… en su corriente fría… en su aire más suave…
Pero no pudo. Porque ella, era viento… el era, en cierta forma, parte de ella pero no lo sabia. Ella en cambio no era nadie en su corriente… aislados, lejanos, eternos, bohemios y separados.
Se equivocó. Un nuevo error en su vida, en su ferviente deseo de encontrar el amor, de seguir al amor.
Fue viento, fue aire, pero jamás supo ser flor… Eso, flor! Debía haber sido flor.
Flor para sentirlo cerca, para sentir sus suaves caricias, sus susurros. Flor para ser besada por el, flor para bailar con el… debió ser flor.
Pero eso era demasiado imposible, ella nunca supo ser flor. Ni en su época mas primaveral… no había llegado a ser más que maleza, junco, doblándose pero volviendo a su forma…


No, ser flor, definitivamente no era para ella.
Pensó y pensó, mientras sobrevolaba las ciudades, los campos llenos de flores… y una tarde ventosa de Octubre, descubrió que la solución, tampoco era ser flor.
Demasiado frágiles, demasiado débiles… tendrían sus caricias de vez en cuando, pero una pequeña furia de parte de el y perderían su belleza… pobres flores, lo acompañarían solo una primavera…
Y fue cuando entendió que ella no debía ser nada… nada que no fuera ya. Ella era viento, era aire y vivía feliz siéndolo. Por fin había encontrado la manera de ser libre, de vivir su libertad. Lejos de todos los males que aquejaban su vida, la sociedad, el mundo al que pertenecía.
Ahora era aire. Aire libre de correr entre las montañas, de sobrevolar los mares, las ciudades, los campos. Era aire en Argentina, aire en España, aire en Liverpool y en cualquier lugar del mundo al que quisiera ir.
Era aire frio y calido. Aire capaz de mover las nubes, capaz de darle sol a las personas que quería, y también tormentas y lluvia cuando necesitaban días de melancolía.
Era aire. Y siendo aire descubrió la verdadera razón de por que no podía estar con el.
Porque el también era aire y, al igual que ella, lo disfrutaba.
Eran aire, eternamente aire. Libres, serenos, fuertes, sensibles…
Se encontraban a veces, compartían viajes y hablaban de su bohemia y de su libertad.
Pero no podían estar juntos, de lo contrario, ya no habría viajes que realizar.
A lo mejor, podrían haber sido un solo aire alguna vez… pero esas son las cosas que tiene la vida…
Incluso la vida de los aires...

Y supo que, más alla de todo...
ambos amaban la libertad.

8 comentarios:

  1. que bello y sincero post, me gusta tu estilo, la manera que tienes de ver la posibilidad de encontrar a una persona para fundirse y compartir eso que en ocasiones nos parece invisible, inalcanzable, anhelado; la libertad.

    bien...

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  2. Ser el mismo aire era privarse de ser ellos mismos.


    Un miau en un globito azul :)

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  3. y es que si fuera flor, lo vería pasar y nunca podría alcanzarlo..

    me gustó mucho :)

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  4. No ser nada.. sino, uno mismo. Me ha gustado mucho tu post (:

    Saludos!

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  5. hola Lucía, tu entrada me encantó¡¡
    amar la libertad , sentir libre y sobre todo poder formar parte del viento, eso es vivir disfrutando de lo sencillo y sintiendo en nuestra piel, tú piel, el aroma de ser lo que somos¡
    un beso enorme MUAK.

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  6. Que precioso texto...me ha gustado tanto...me ha erizado la piel, pq yo tmb soy aire forzado a ser flor y ultimamente me estoy dando cuenta de que lo de ser flor no es lo mio... :-( Besos!

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  7. Lo bueno de ser viento es que puedes ser brisa, y acariciar a tu paso, con delicadeza, con amor.
    Y puedes ser tempestad, arrasando a tu paso. Llevándotelo todo, sin ninguna compasión.

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  8. Bella Lucía gracias¡

    :) me emociono tu comentario.

    mil besos llenos de gotitas de agua.

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